Entre calor tropical y ritmo latino

Miami es mucho más que una ciudad de playa: es una atmósfera, una energía, una mezcla de culturas y colores que te envuelve desde el primer momento. Ciudad del sol, de la fiesta, del arte, pero también de contrastes, Miami representa una América mestiza, abierta al Caribe y a América Latina.

En cuanto a paisajes, parece una postal: playas de arena blanca, mar turquesa, palmeras infinitas. South Beach es su icono — edificios art déco en tonos pastel, patinadores en Ocean Drive, fiestas hasta el amanecer. Pero Miami no es solo playa. Es también Wynwood, con sus murales gigantes de arte urbano, Little Havana, con sus cafés cubanos, y Downtown, con rascacielos modernos y vistas espectaculares.

La ciudad es profundamente latina en su alma. Se habla español en la calle, se baila salsa o reggaetón en las esquinas, se vive al aire libre, hasta tarde, con intensidad. La comunidad cubana es muy fuerte, pero Miami también es colombiana, haitiana, venezolana, brasileña, dominicana... Un auténtico cruce de culturas.

También es una ciudad de arte contemporáneo, diseño y moda. Cada año recibe Art Basel, uno de los eventos artísticos más importantes del mundo. Y entre exposiciones, se disfruta un ceviche, un mojito o un fuerte café cubano.

Y, por supuesto, el deporte está siempre presente: los Miami Heat en la NBA (con el legado de Dwyane Wade), los Dolphins en fútbol americano, los Marlins en béisbol, o la reciente llegada de Lionel Messi al Inter Miami en la MLS, que ha revolucionado la ciudad.

Miami es una puerta entre dos mundos: Estados Unidos por un lado, América Latina por el otro. Es una ciudad de calor, ritmo y mezcla. Una ciudad que vive el presente con el fuego del sur.